Quince agentes de la Guardia civil han sido imputados por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco por la posible comisión de un delito de torturas, en concurso con delito o falta de lesiones.
Los hechos objeto de este procedimiento se produjeron en 6 de enero de 2008. En esa fecha, dos presuntos miembros de ETA llamados Igor Portu y Mattin Sarasola fueron detenidos en Mondragon. Al día siguiente de su detención Igor Portu ingresó en la UCI de un hospital de San Sebastián con golpes y una costilla, que le lesionó el pulmón.
En su día, el Ministro Perez Rubalca aseguró que las lesiones se produjeron en el curso de la detención.
Esperemos que se aclaren las circunstancias en que un detenido bajo custodia resultó gravemente herido. Sea cual sea la gravedad de los delitos que se le imputan, no es aceptable la tortura, por lo que, si se produjo, debe castigarse a los culpables.