Hace unas pocas horas George W. Bush ha dejado de ser Presidente de los Estados Unidos. He visto en la televisión como un helicóptero lo llevaba al aeropuerto, después de despedirse del nuevo presidente Barack Hussein Obama.
Ha sido un presidente pésimo. Su primera elección fué escandalosa y ganó en los tribunales lo que no había ganado en las urnas. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 le dejaron incapaz de reaccionar. Embarcó a su país en la guerra de Irak, con gran coste económico y de vidas. Es responsable de la vergúenza de Guantánamo, de torturas en prisiones secretas y al terminar su segundo mandato deja a su país en una situación económica lamentable.
Intento ser ecuánime y pensar en algo positivo de su mandato. No lo encuen tro. Creo que no existe.
Cuando vi que se subía al helicóptero, lo miré casi con simpatía. Supongo que será la paz que se siente de saber que no va a ser más presidente.
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Lo peor es que para que se arregle y se olvide todo lo que ha hecho probablemente tenga que pasar más tiempo que el que ha estado el de presidente.
Igual no lo sabemos y ha logrado su objetivo, ser recordado… el cómo, parece que le da igual.
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